Patologías del apio

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El apio no tiende a ser una planta problemática en relación a patologías, mas resulta conveniente comprender aquellas que le tienen la posibilidad de perjudicar con más grande posibilidad.

 

Hongos

Por lo general las patologías producidas por hongos necesitan de un ámbito húmedo para extenderse y también infectar a la planta.

En nuestra vivencia cultivando apio, no observamos daños significativos ocasionados por estos patógenos, más allá de que nuestro huerto se halle en una región muy húmeda, donde siempre se muestran de patologías fúngicas en otros cultivos, como el tomate o bien la patata.

Esto nos transporta a suponer que en cultivos a pequeña escala no deberían aparecer esta clase de patologías, aunque siempre es preferible impedir dejando espacio bastante entre las plantas a fin de que circule el aire, evadir remojar las hojas toda vez que resulte posible y eliminar los restos vegetales inficionados para parar la propagación.

Sin embargo, las próximas son las que se tienen la posibilidad de enseñar con más grande posibilidad en el cultivo del apio.

 

Botritis o bien moho gris

Genera máculas de putrefacción repletas de un moho ―se ve pelusilla― de color grisáceo.

Hace aparición en condiciones de elevada humedad, comunmente adecuada a lluvias o bien brumas, y escasa circulación de aire causada por la carencia de espacio entre las plantas.

Se evita evadiendo remojar las plantas y plantándolas con una separación que garantice que el aire puede pasar entre .

Combatirla es difícil cuando está establecida. Hay que recortar todas y cada una de las partes perjudicadas y destruirlas, y utilizar algún fungicida.

 

Cercosporiosis

Cercospora en hojas de apio.

Este hongo genera máculas amarillentas en las hojas, que después se vuelven de color gris y al final negras, en el momento en que muere el tejido perjudicado.

En el momento en que la humedad es elevada se tienen la posibilidad de ver sobre el tejido perjudicado unos puntos negros ―conidióforos―, señal de que el hongo se está reproduciendo y puede alcanzar a otras plantas.

La infección se genera en el momento en que las conidias del hongo llegan a través del viento y se depositan sobre las hojas. Si el papel está cubierta por una película de agua germinan, ingresando por los estomas hacia en interior de la planta y construyendo la infección. Las toxinas que generan matan el tejido vegetal, por eso aparezcan las lesiones habituales.

Necesita de temperaturas cálidas para realizarse.

De la misma manera que la situación previo, se evita evadiendo excesos de humedad y descartando los restos vegetales inficionados.

 

Mildiu

Todo hortelano se ha enfrentado en algún momento a este hongo porque es muy común en plantas de tomate, patata, etc.

En el momento en que la planta es atacada por mildiu, las hojas amarillean y acaban muriendo, y con comúnmente toda la planta.

 

Sclerotinia

Este otro hongo hace una podredumbre blanda en la parte baja de la planta, que desprende mal fragancia y que genera el decaimiento general del vegetal.

El ataque acostumbra acabar con la desaparición de la planta.

 

Septoriosis

Es quizá la patología más grave del apio.

Hablamos de numerosos hongos que generan en las hojas ―o bien inclusive en las pencas― pequeñas máculas de color pardo con enanos puntos esféricos de color negro. Las hojas perjudicadas se enrollan y se mustian.

La patología se puede extender mediante las semillas, por lo cual usar unas con garantías sanitarias es buen comienzo.

 

Fisiopatías

En contraste con las anomalías de la salud, ciertas de estas fisiopatías ―trastornos fisiológicos― sí que las pudimos ver en nuestros cultivos de apio.

 

Pencas huecas

Se puede ver al recortar transversalmente las pencas.

Esto las hace menos agradables mas sus características aromatizadas no se pierden, logrando emplearlas de todas formas como condimento.

Esta afección la tienen la posibilidad de ocasionar el frío profundo, el exceso de humedad o bien un suelo bastante abundante en nitrógeno.

 

Separación de nudos

Frecuenta mostrarse en pisos alcalinos en los que además el potasio está en demasía.

Esto desgasta los nudos ocasionando quiebren por acción del viento o bien al desplazar la planta al pasar o bien al trabajar en el huerto.

 

Hojas cobrizos o bien decoloradas

Tiende a ser síntoma de alguna deficiencia, especialmente de boro y de magnesio.

Ahora estamos hablando en el artículo relativo al cultivo del apio ―dejamos link en el final― de la relación de esta planta con el boro.

 

Corazón negro

Otra vez se asocia esta fisiopatía con una deficiencia sobre nutrición en la planta, en un caso así de calcio.

Es posible que dicho elemento no se halle en cantidad bastante en el suelo, o bien que no logre ser absorbido por la planta gracias a inconvenientes de solubilidad.

CULTIVO DEL APIO

Aquí tienes más información útil en el momento de cultivar esta planta.

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