Este año nos hemos llevado una sorpresa mientras que trabajábamos en el huerto. Las fresas estaban comenzando a florecer y aún estábamos a fines del invierno!! La fresa requiere de muy frío a lo largo del invierno a fin de que la floración sea buena y nuestro huerto está ubicado en la costa Andaluza (España), a 200 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas suaves a lo largo de todo el año. En invierno son pocos los días en los que baja la temperatura bajo 10 grados, ahora que, la mayoría de las veces está el cielo cubierto y, por consiguiente, no acostumbra helar por las noches.
Ya que bien, es por ello que nos llama la atención la floración temprana del año vigente que, todo hay que decirlo, tuvo un invierno con bastantes días radiantes que brindaron sitio a heladas nocturnas.
Podéis ver en la foto de la cabecera una fresa en flor plantada entre dos ajos. Otros años las cultivábamos a solas mas en esta ocasión no pudo ser por carecer de espacio y, ahora que se asocian bien con los ajos, decidimos evaluar así. Hemos plantado una planta de fresa entre cada dos ajos mas saltando un ajo de cada vez. De esta forma queda un tanto más espacioso y como los surcos que poseemos son de 18 metros de film, vamos a tener fresas de más. Observaremos si apreciamos alguna distingue respecto de otros años.
Las hemos abonado con compost elaborado con restos del huerto y los desperdicios vegetales del cubo de la basura, que la mayoría procedían además del huerto. Es riquísimo en humus de lombriz ahora que la pila está llena de
Como veis, tampoco cubrimos en suelo con plástico. En verdad ahora no lo hacemos con ningún cultivo. El plástico ahorra un largo tiempo y trabajo en el momento de sostener el huerto libre de malas yerbas y guardar la humedad del suelo mas, en nuestro huerto poseemos cerca una región de yerba donde existen muchos ratones de campo que después se meten bajo el plástico y como allí no hay nada verde que comer, se asoman por los orificios y roen los leños de ciertas las plantas.