El cerezo es un frutal especial, que puede realizarse en multitud de tiempos, mas que solo en determinados de es con la capacidad de generar buenas cosechas de cerezas.
Además, es muy sensible a ciertas ocasiones que observaremos en este artículo y que tienen la posibilidad de terminar con o bien con sus frutos, si el frío o bien la polinización, entre otras muchas cosas, aceptan que fructifique.
Ahora que lo comentamos, vamos a empezar comentando del frío, que aunque no es un precaución exactamente, hay que poseerlo muy en tiene este árbol.
Necesidad de frío
El cerezo es un frutal que necesita bastantes horas de frío a lo largo de la etapa de reposo (otoño-invierno) para florecer de manera abundante en primavera.
En función de las diferentes variedades, las pretenciones tienen la posibilidad de ir desde 400 hasta 1300 horas de frío, oséa, la suma de las horas a lo largo de las cuáles la temperatura es inferior a 7℃.
Es sustancial tomar en cuenta esto, y cultivar una diversidad correcta para el tiempo local, ahora que en caso contrario es muy posible que las floraciones no sean buenas.
Heladas tardías
En contraposición con lo previo, que el cerezo requiera de frío no significa que las heladas no le supongan un inconveniente.
Mientras que el árbol no sale de la parada invernal resisten temperaturas en negativo, mas cuando las yemas empiezan a realizarse ―y principalmente a lo largo de la floración― las heladas tienen la posibilidad de ser realmente dañinos.
Si se sospecha que esto puede pasar, va a haber que asegurar el cerezo con una manta antiheladas o bien plantarlo a la vera de un muro soleado.
Manejo del suelo
Las raíces del cerezo tienden a alcanzar extensamente tanto vertical como horizontalmente, requiriendo de pisos profundos, bien drenados, fértiles y aireados.
Drenaje y aireación
Estos dos están muy unidos a la composición del suelo y a la manera del lote. Cuanto más arcilloso y más deprimido, más grande será la inclinación al encharcamiento y a la carencia de aireación. En estos pisos hay que alzar caballones y plantar el cerezo en lo prominente de estos, aunque lo destacado es evadir esas zonas.
Al contrario, los pisos de textura gruesa (areniscos) o bien superiores sobre el lote, van a estar bien aireados y con un drenaje inmejorable, mas tienden a secarse con excesiva simplicidad, por lo cual deben ser profundos si se desea plantar en un cerezo.
Fertilidad
Los cerezos necesitan que se protega la fertilidad del suelo, ya que son árboles robustos y muy productivos, consumiendo considerable suma de nutrientes desde la salida del invierno hasta el otoño, y fundamentalmente desde la floración hasta la maduración de los frutos.
A pesar de que los expertos del cultivo del cerezo calculan de manera muy precisa qué proporción de cada nutriente tienen que añadir al suelo, a pequeña escala ―o bien nivel familiar― esto carece de sentido, ni es requisito.
Alcanza con dar abonos orgánicos maduros y diversos al suelo, cuando menos una vez por año, en otoño o bien al salir del invierno. Esto aparte de sostener o bien hacer mejor la fertilidad, aumentará el porcentaje de materia orgánica del suelo, lo va a hacer más con la capacidad de retener agua, aire y nutrientes, aparte de beneficiar los procesos biológicos.
Si el suelo es ácido, una vez por año se puede diseminar ceniza de madera cerca del árbol, lo que contribuirá a bajar la acidez y además aportará nutrientes como el calcio, el fósforo o bien el potasio, mas además otros de menor consideración.
Manejo del agua
El cerezo es un frutal que tiene una relación muy particular con el agua, ya que si se dan oscilaciones destacables en la humedad del suelo a lo largo del avance de la fruta, las cerezas se agrietan, lo que se conoce como rajado.
El rajado tiende a suceder en el momento en que un tiempo de determinada sequía es seguido por lluvias o bien riegos indispensables. Para evitarlo, cuando las cerezas empiezan a perder el color verde inicial, debe seguir estando la humedad del suelo lo más recurrente viable, de manera que aunque llueva, el cerezo no lo apreciará, ya que ahora tenía todo el agua precisa en el suelo.
Aquí regresa a ingresar en juego la hondura y la composición del suelo, ahora que pisos profundos y con una aceptable composición, son menos susceptibles a los cambios de humedad, ya que retienen considerablemente más agua que los pisos someros o bien de composición rápida.
Hay que tomar en cuenta que un cerezo en maceta, o bien en una porción achicada de sustrato, será muy sensible a la pérdida de humedad, por lo cual va a deber regarse tanto como sea primordial para evadir las oscilaciones.
¿Cuánto regar un cerezo?
Tanto como sea primordial para sostener un nivel de humedad recurrente en el suelo o bien sustrato. Esto va a depender de las peculiaridades del suelo, la manera del lote y del tiempo, por lo cual cada caso será único.
Precaución con la polinización
Hay muchas variedades de cerezos y ciertas de requieren de otra coincidente a fin de que la polinización tenga sitio, oséa, son coche-estériles.
Esto hay que poseerlo muy presente, ahora que puede darse la al azar de más allá de que se tengan distintas variedades plantadas en una sola finca, no sean compatibles entre , por lo cual la polinización no va a tener sitio y la producción de fruta será nula o bien escasa.
Aunque dedicáramos un artículo terminado a charlar de esto, no podríamos cubrir todas y cada una de las variedades de cerezo que hay, mas tampoco es infaltante, ahora que lo sustancial con lo que hay que quedarse es que ES NECESARIO AVERIGUAR LAS COMPATIBILIDADES EN CADA CASO CONCRETO, o bien conseguir variedades coche-fértiles (que no requieren de otra)
Poda
Este siempre es un tema discutido, puesto verdaderamente la poda no es precisa si se quiere un árbol de manera y porte naturales, mas por contra, se debe integrar en los cuidados básicos en el momento en que el propósito primordial es la producción de cerezas de calidad y la simplicidad de recolección.
Hay que distinguir entre poda de capacitación, de fructificación y de anti-envejecimiento.
La de capacitación se ejerce en cerezos jóvenes, y tiene como propósito ofrecer una cierta forma a la copa del árbol, comunmente rompiendo su dominancia apical, oséa, dirigiendo su desarrollo hacia los laterales y menos hacia arriba. Por lo general se adopta una manera de vaso para el cerezo.
Seguidamente, la poda de fructificación se aplica a árboles que ahora están totalmente formados y en producción, y tiene como propósito conseguir un equilibrio entre la proporción de frutos y el vigor (la proporción de hojas y brotes), de manera que el árbol invierta la mayoría de su energía en la producción de cerezas de calidad y la mínima precisa en el desarrollo vegetativo. Se puede integrar aquí la poda en verde, que radica en sacar follaje para orear y también alumbrar el interior de la copa y que la maduración de las cerezas sea mejor y más veloz.
Por último, la de anti-envejecimiento radica en ir cortando de manera progresiva las ramas que ahora no están fructificando en abudancia (ramas avejentadas) a fin de que las reemplazen otras novedosas y más productivas.
Plagas y patologías
Son muchas las que tienen la posibilidad de perjudicar al cerezo: hongos, bacterias, insectos como los pulgones, etc., más allá de que no tienden a ser un inconveniente en el momento en que el árbol está en un ámbito conveniente (suelo y tiempo correcto), y se le ofrecen los cuidados requeridos.
Una aceptable prevención pasa por evadir los encharcamientos del suelo, las podas en instantes inapropiados o bien con utilidades inficionadas, evadir un exceso de vigor en el cerezo y utilizar tratamientos de invierno como aceites protectores y fungicidas a partir de cobre.
Estas no son sugerencias a continuar en una plantación profesional destinada a la comercialización de la cereza, ahora que en esos casos una precisa tecnificación tiene que tener todo lo mencionado sosprechado.