El boj (Buxus sempervirens) es un arbusto de desarrollo lentísimo, siempre provisto de hojas y de talla achicada, no superando comunmente los 5 metros de altura, más allá de que se han encontrado ejemplares de hasta 12 m.
Se le puede hallar viviendo de manera silvestre en varias zonas de Europa, Asia y norte de África, por lo general en entornos secos y calcáreos.
Las peculiaridades de este arbusto lo hacen fundamentalmente correcto para la capacitación de setos y para el arte topiario, oséa, para esculpir formas vegetales.
Ahora vamos a hablar de las condiciones y cuidados que le benefician.
Exposición
Se lleva a cabo mejor en sombra parcial, aunque además lo realiza sin inconvenientes a pleno sol, fundamentalmente en tiempos frescos y con varios días nubosos por año.
En el caso de que esté muy expuesto al sol ―y si este es profundo― le viene bien un tanto más de riego para sostener la lozanía del lote y subir la humedad ambiental.
Esto además es variable en función de exactamente en qué estado se halle el boj, entre otras cosas, si hablamos de una planta que estuvo siempre a la sombra o bien si se obtuvo recientemente por medio de esqueje, es conveniente no ponerla en un espacio en el que reciba el sol del mediodía, el más profundo.
Temperaturas
Es un arbusto fuerte tanto a las altas como a las bajas temperaturas, en verdad los inviernos fríos le benefician.
Como ahora comentamos, en tiempos con altas temperaturas es conveniente ponerlo en un espacio que reciba sombra al mediodía y sostener el suelo húmedo, aunque tampoco encharcado. Estos dos cuidados tienden a ser suficientes a fin de que logre vivir en zonas de radical calor.
Para la sombra se puede disponer una malla de sombreo o bien plantar cerca del boj un árbol o bien arbusto de desarrollo veloz, aunque esto en ocasiones es imposible por cuestiones de estética o bien de orden.
Riegos
Por mi vivencia puedo asegurar que el boj acepta realmente bien la carencia de agua, mientras que el suelo no se seque totalmente, o bien la planta no haya tenido tiempo de arraigar lo bastante.
En lo personal jamás riego los boj que tengo en mi jardín, y siempre tienen buen aspecto, inclusive en verano. Mencionado lo anterior, hay que tomar en cuenta que cada sitio es único, y es posible que en determinados pisos y tiempos principalmente secos haya que regarlos.
Por otro lado, es demasiado sustancial que no se encharque el suelo o bien la maceta en el que está plantado el boj, por que esto sí que puede ocasionar serios problemas a la planta.
Enmiendas del suelo
Al tratarse de una planta silvestre, y por consiguiente muy rústica, solamente requiere abonado, aunque si se le contribuye en ciertos instantes lo agradecerá.
Un abono orgánico sólido como el compost o bien líquido como el purín de ortigas ―aplicado en el riego― tienden a ser correctos para el boj, aunque se debe tener precaución de no bajar bastante el pH del suelo, lo que se puede compensar agregando ocasionalmente cenizas de madera o bien cal apagada cerca de la planta.
Cuándo abonarlo
Ya que simplemente en el momento en que interese que rebrote y se expanda de forma fuerte. Esto frecuenta encajar con la etapa juvenil o bien inmediatamente después de una poda radical que deje a la planta con mal aspecto, o bien inclusive sin copa.
En cuanto al resto no es conveniente abonarlo con mucha continuidad ya que lo que acostumbra atraer es que se sostenga el más grande tiempo viable sin perder la manera que se le dió, de esta forma precisará de podas menos profundas.
Tras la poda de final del verano o bien principios de otoño es preferible no abonar ya que no es conveniente que emita varios brotes tiernos que después tienen la posibilidad de dañarse por causa de las heladas.
Podas
Acepta realmente bien prácticamente cualquier poda, inclusive más allá de que se corte a ras de suelo toda la planta, rebrotará fuertemente. Esto algunas veces es atrayente para actualizar un boj con madera bastante gruesa y conformar otro de manera más compacta, más bajo, etc.
No hay que podar en el momento en que hay peligro de heladas y en los meses de sobra calor. Desde mediados de la primavera hasta inicios del verano y desde el desenlace de este hasta mediados de otoño son buenas temporadas.
Continuidad de poda
Cuando menos una y mejor un par de veces por año, de este modo medrará más espeso, con mejor aspecto y las podas van a ser menos profundas, recuperándose bastante antes de .
La primera de las podas resulta conveniente efectuarla en la época o bien finales de la primavera, cuando la planta ha brotado y ahora exhibe un desarrollo de numerosos centímetros en los extremos de las ramas.
La segunda a fines del verano o bien inicios del otoño, de manera que el boj aún tenga tiempo de volver como estaba antes de la llegada de las heladas.
Si tras la poda viene días de bastante calor, resulta conveniente regar el boj más de lo común, ahora que perderá mucha agua por los cortes. En cambio, si lo que prosigue la poda son fríos intensos, es conveniente taparlo con una manta antiheladas para evadir que se «quemen» los extremos de las ramas, que indudablemente expulsarán savia.
Plagas y patologías
Francamente no he visto ninguna en los 10 años que provoca que tengo boj en mi jardín. Es una planta verdaderamente dura, y que se ve que en tiempo oceánico no posee plagas ni patologías.
¿Esto significa que siempre va a estar saludable en algún condición? Tajantemente no. En tiempos con veranos muy cálidos o bien con inviernos increíblemente fríos posiblemente se debilite más y aparezcan sus contrincantes.
Ya que no es recurrente que las tenga, no vamos a enumerarlas todas y cada una aquí, ahora que entonces daría la sensación de que hay que estar alarma con todas y cada una . Lo destacado es intentar impedir ocasiones que lo dejarían debilitado y ver con determinada continuidad su apariencia en pos de pistas.