Según la época de siembra, las diferencias climáticas de cada sitio, a las diferentes variedades de ajo, las condiciones del suelo, el cuidado del cultivo, plagas y patologías que logre sufrir, etc. el ajo no va a estar listo para cosechar siempre en exactamente la misma fecha, aunque tampoco frecuenta retrasarse o bien anticiparse bastante.
Hay que estar muy alerta a fin de que coincida el estado óptimo de recolección con varios días de tiempo seco y soleado.
¿Y cómo detectar el instante idóneo? Lo más práctico es prestar atención al aspecto de la planta y a los cambios que va manifestando mientras se acerca al instante de la recolección.
Señales de maduración
Vamos a llamar señales o bien síntomas de maduración a los cambios que se observan en la planta en el momento en que se aproxima el instante de la cosecha y son estos:
✔ Las cabezas —bulbos— muestran un aspecto voluminoso y apretado, los dientes están bien formados logrando apreciarse las hendiduras que apartan unos de otros.
✔ La mitad de las hojas se mustian tomando un color amarillento pálido o bien blanquecino. Empiezan a secarse primero las de abajo, ascendiendo a el resto mientras pasan los días.
En la imagen de sobra arriba escarbamos para examinar el estado del bulbo que aún no está totalmente creado. En el momento en que se aproxime a la etapa final, la distingue de espesor entre el tallo y el bulbo será considerablemente más marcada.
Ciertos avisos
✦ No debemos aguardar a que todas y cada una de las hojas estén secas ahora que se tienen la posibilidad de romper las envolturas que cubren los dientes y estos se separarán conservándose peor.
✦ Otra consecuencia negativa de postergar bastante la recolección es la capacitación de numerosas cabezas. Son de todas formas comibles mas de peor calidad y menor tiempo de conservación.
Ten muy presente las sugerencias de riego de los ajos, fundamentalmente en el momento en que se aproxime la recolección.