¿El elixir para una vida larga? Existe y se ha encontrado en una planta nativa y común en el país nipón, famosa como la ashitaba, la Angelica keiskei. Un equipo de estudiosos descubrió una molécula, un flavonoide, capaz de reducir el declive celular relacionado con la edad en humanos y animales.
¿Qué es la Ashitaba?
Es una planta perteneciente a la familia de las zanahorias ya conocidas y usadas por la medicina tradicional oriental por sus efectos ventajosos para la salud. Ahora, los científicos de la Universidad Austriaca de Graz han identificado un flavonoide capaz de retrasar el envejecimiento de las células de diastasa, los vermes y los humanos.
Crece eminentemente en la zona central de el país nipón. Su raíz, hoja y tallo se utilizan para hacer medicina.
Usos de la Ashitaba
La Ashitaba se utiliza para la «acidez estomacal» (enfermedad de reflujo gastroesofágico, ERGE)
- Ulceras estomacales
- Presión arterial alta
- Colesterol alto
- Gota
- Estreñimiento y fiebre del heno.
También se emplea para el cáncer, la viruela, la retención de líquidos, los coágulos sanguíneos y la intoxicación alimenticia. Las mujeres lo emplean para acrecentar el flujo de leche materna.
Las hojas frescas y el polvo seco se emplean como comestible.
Contraindicaciones:
No hay suficiente información libre para saber si la ashitaba es segura, mas se la reconce como tal debido a su largo empleo como comestible en el país nipón.
Embarazo y lactancia: No se sabe lo bastante sobre el empleo de ashitaba a lo largo del embarazo y la lactancia. Manténgase en el lado seguro y evite el empleo.
La Ashitaba y el envejecimiento
Como sabemos, el envejecimiento causa cambios muy concretos en las células. La mayor parte de los tratamientos antienvejecimiento tratan de anular estos cambios, en general relacionados con un proceso llamado autofagia, que es una suerte de programa de reciclaje celular que suprime ciertos componentes dañados. De esta forma, las células nuevas y sanas pueden regresar a su sitio. Una autofagia comprometida asimismo puede ocasionar enfermedades degenerantes.
Frank Madeo y sus colegas de la Universidad de Graz examinaron un conjunto de flavonoides de la planta Angelica keiskei, que están asociados con la salud celular y una extensa gama de beneficios para la salud. Por consiguiente, identificaron un flavonoide concreto, el 4,4′-dimetoxialcona (DMC), que es capaz de diferir el proceso de envejecimiento celular.
Este compuesto se halla generalmente en las hojas de las plantas, asimismo conocidas como ashitaba o bien «hoja del mañana». Las hojas fueron la base de la dieta de los samuráis a lo largo de milenios. Si bien la ashitaba se ha usado en la medicina tradicional nipona a lo largo de cierto tiempo, sus supuestas propiedades ventajosas todavía no se han probado totalmente en los seres vivos.
Sus propiedades han sido probadas en diastasas, vermes y moscas de la fruta, confirmando su potencial como elixir de larga vida. En estos casos, la esperanza de vida ha aumentado en un veinte por ciento . Los estudios se extendieron asimismo a las células humanas y los resultados fueron positivos, con un incremento de la autofagia.
Aunque se precisa más investigación singularmente para su aplicación en humanos, efectivamente el poder de esta planta es indiscutible.
Este estudio fue publicado en la gaceta científica Nature.
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