El último reporte del IPCC ( Panel Intergubernamental del Cambio Climático ) llama la atención sobre la utilización amenazante que hacemos de la tierra, fundamentalmente en el área agrícola.
Simultáneamente que generamos en demasía con el razonamiento de que requerimos dar de comer a siete mil miles de individuos, nuestro accionar ahora perjudica la seguridad alimenticia.
Un callejón sin salida que requiere resolverse lo antes posible. En Alemania, que se encuentra dentro de los superiores productores y clientes de carne de cerdo, se ha considerado la iniciativa de incrementar el impuesto al valor añadido que se impone sobre la carne.
La solución, iniciativa por el Partido Socialdemócrata (SPD) y los políticos del Partido Verde, es incrementar el impuesto sobre el valor añadido (IVA) de las ventas de carne del 7% al 19%.
La meta es tanto ayudar a achicar el calentamiento global, de esta forma como promover novedades en el confort animal por medio de una más grande recaudación de impuestos que se logren traducir en programas de novedades en la cadena productiva.
La iniciativa coincidió con el reporte del IPCC, que asegura abiertamente que la ganadería pertence a los superiores impositores a las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Además, establece que un cambio en la dieta, introduciendo más verduras en los comestibles, además puede ayudar a achicar las emisiones.
Aun de esta forma, la iniciativa no sensibilizó a la ministra de Agricultura del país, Julia Klöckner, quien argumentó que tal medida podría dañar los capital de los productores de carne.
Aunque el desarrollo ahora esta hecho parece ser falta intención política en el ejecutivo alemán a fin de que se haga el incremento, según opinión de la cadena pública alemana Deutsche Welle.
Para el conjunto, nuestra población no está abierta a este cambio, ahora que consume mucha carne, y recuerda en el momento en que el partido verde perdió y por varios votos tras ofrecer un día sin carne en los jardines infantiles y en las cantinas de los institutos o bien dependencias publicas.
En todo caso, el enfrentamiento debe seguir. Las primordiales conclusiones del IPCC sobre seguridad alimenticia resaltan que, nos agrade o bien no, debemos hacer mejor nuestras prácticas agrícolas. Ahora se muestran varios de los puntos planteados en el reporte:
La meta de sostener el calentamiento global en el límite de los 2°C expone la amenaza de una crisis alimenticia, fundamentalmente para las zonas tropicales y subtropicales.
Los impactos climáticos sobre la tierra ahora son graves. Las olas de calor y las sequías se hicieron más recurrentes y también profundas en varias zonas, y la seguridad alimenticia ahora se vió socavada al perjudicar a los desempeños de los cultivos de este modo como a la producción ganadera.
Se prevé que una combinación de incremento del nivel del mar y ciclones más intensos va a poner en riesgo las vidas y los medios de subsistencia en las ubicaciones dispuestas a los ciclones.
El calentamiento ahora creó un compromiso de incendios forestales y estos deberían transformarse en un prominente peligro desde el calentamiento de 1,5˚C
La agricultura, la producción de comestibles y la deforestación importan impulsores del cambio climático y generan cerca del 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre.
En contraste al área de los comburentes fósiles, la agricultura sostenible podría ser una parte de la solución al calentamiento global descartando el carbono de la atmósfera y poniéndolo en el suelo.
Mas la ventana de ocasión se está cerrando rápidamente, ahora que la aptitud de los pisos para hacer esta función decrece mientras suben las temperaturas.